El tormento del artista

Pocos directores quedan activos hoy en día que hayan aportado tanto al cine como Roman Polanski. El realizador polaco ha marcado su carrera artística con la presencia constante del mal, consumiendo poco a poco al individuo sin que éste pueda evitarlo. Es una presencia que ya aparece en sus primeros cortos como estudiante en Polonia, y que se repite a lo largo de su filmografía, en títulos como El cuchillo en el agua o La semilla del diablo, tan brillantes como tenebrosos.

Polanski siempre ha sabido cómo crear atmósferas asfixiantes en sus películas. Emplea con maestría el ritmo, componiendo un crescendo que se desarrolla durante la historia hasta eclosionar en un trágico desenlace. Tal era la sensación que transmitía Catherine Deneuve en Repulsión. Película en la que, tanto el lenguaje visual, como los diálogos, la música y los actores se compenetraban a la perfección. Creando una película enfermiza y agobiante, manteniendo la atención del espectador hasta el último momento.

Basada en hechos reales es la nueva obra del octogenario director. Es un thriller coherente con el resto de su producción y, aunque no se encuentra entre las obras más destacadas de Polanski, constituye una propuesta interesante. Trata la historia de una novelista (Emmanuelle Seigner), que acaba de publicar un superventas, y busca inspiración para su nuevo libro. En una firma de ejemplares conoce a una admiradora misteriosa interpretada por Eva Green. Coincidirá con ella cada vez más a menudo hasta convertirla en una pieza fundamental de su vida, tejiendo una relación tóxica que degenera hasta el ridículo.

Si he de poner algún pero a Basada en hechos reales creo que sería su final. Me parece apresurado, mientras que a lo largo de la historia se había mantenido un ritmo constante y tenso. También puede que se haya abusado de los efectos especiales baratos para solucionar alguna escena onírica, pero nada que haga desconectar de la historia.

Ambas actrices principales bordan sus papeles. Con unas interpretaciones sobrias a la vez que tenebrosas. Seigner aporta todo su carisma al papel de Delphine, dándonos un personaje atormentado y lleno de matices, con el que es fácil empatizar. Mientras, Eva Green sigue haciendo gala de sus virtudes como actriz, siendo capaz de hablar con la mirada, cautivando a ratos con su terrorífico personaje.

En Basada en hechos reales, Polanski ha sabido aprovechar al máximo la actuación de ambas actrices, llenando de simbología cada plano, y sugiriendo sensorialmente lo que otros convertirían en continuas escenas de sexo desenfrenado. Son caricias y miradas las que dan al espectador todas las claves para entender la relación entre los personajes. Toda la historia viene acentuada con la maravillosa composición musical de Alexandre Desplat. Que ya me conquistó con su labor en La forma del agua y que vuelve a cautivarme en esta ocasión.

En definitiva, Basada en hechos reales no es una película que vaya a trascender en la filmografía de Roman Polanski. Pero sigue siendo un magistral ejercicio de narración cinematográfica, que creo que hará disfrutar a muchos. Es magnética, es intrigante y tiene unas actuaciones sublimes, lo cual, ya es bastante para lo que se ve hoy en día.

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