Made in Japan es quizá el mejor disco en directo de la banda británica de hard rock Deep Purple, además de ser uno de sus mejores trabajos en general. Este álbum marcó un hito dentro de la historia de la banda, pues la magnífica producción sonora y la fuerza que desprendían las canciones lo convirtieron en su mayor éxito comercial.
El disco fue grabado en Japón para ser lanzado exclusivamente en el país nipón, pero la gran popularidad que obtuvo (de hecho, la versión de Smoke on the Water recogida en este directo llegó a ser más famosa que la original de estudio) hizo que también fuese editado en el resto del mundo, por lo que las portadas del disco son distintas en cada edición. El doble vinilo original está compuesto por siete canciones grabadas entre los días 15 y 17 de agosto de 1972 en las ciudades de Osaka y Tokio y fue publicado en diciembre de ese año.
El álbum comienza con una poderosa versión de “Highway to Star“ (uno de los temas más emblemáticos, no ya de la banda, sino del rock de los setenta) en la que sobresalen los impresionantes solos de teclado y guitarra, a cargo Jon Lord y Ritchie Blackmore respectivamente, que sorprenden por su velocidad y creatividad.
A continuación, nos encontramos con Child in Time, otro tema muy famoso cuya versión en directo, de nuevo, supera a la de estudio. Comienza con un preludio de cierto tono tenebroso que poco a poco va alcanzando más potencia hasta llegar a un punto en el que la voz del gran Ian Gillan suena desgarradora: un auténtico portento que destaca sobre todo por sus espectaculares agudos que dejan en segundo plano al resto de instrumentistas. Después, llega una parte progresiva en la que guitarra de Blackmore adquiere todo el protagonismo; una vez terminada hay una vuelta a la calma para, seguidamente, repetirse ese crescendo del principio que terminará con una coda abrumadora y potente.
En Smoke on the Water se aprecia cómo ese riff de guitarra de sobra conocido por todos emociona al público japonés; no hacen falta más palabras para describir esta canción, pues se explica ella sola a través de su música.
Con The Mule termina la primera mitad del LP. Este es un tema al servicio de la batería de Ian Paice, quien toma el mando durante un solo de nada menos que cinco minutos en el que se puede apreciar el talento y virtuosismo del músico.
La segunda parte comienza con Strange Kind of Woman, canción en la que vuelve a sobresalir la voz de Gillan, totalmente compenetrada con la guitarra de Blackmore. El juego musical que establecen ambos convierte este tema en uno de los más curiosos de la banda; el que lo haya escuchado sabrá por qué.
En Lazy se combina la estructura musical del rock and roll de los cincuenta con el sonido del hard rock característico de Deep Purple. La parte cantada está precedida por una introducción del órgano seguida por las improvisaciones de este y la guitarra: un auténtico deleite para los oídos.
Space Truckin es el último tema y también el más largo. En sus casi veinte minutos de duración el teclado de Lord hace maravillas, experimentando con distintos sonidos (que por momentos se acercan a la música noise) durante un solo que se prolonga durante más de diez minutos. Sin duda, una forma maravillosa de finalizar el álbum.
En resumen, podemos decir que Made in Japan es un gran directo en el que la originalidad de las canciones y el virtuosismo que desprende cada uno de los integrantes de Deep Purple lo convierten en una escucha imprescindible para los amantes del rock.