Paula Peláez y Juan Maya charlan con Pablo Lara Toledo, productor, director, guionista de televisión y responsable del universo transmedia de El Ministerio del Tiempo.

Todo el mundo habla de ella últimamente. El Ministerio del Tiempo se ha convertido en todo un referente a la hora de cómo hacer una serie de televisión dentro y fuera de España. Pablo Lara Toledo (Cádiz, 1989) ha trabajado en algunas de las series más relevantes de los últimos años como Isabel o Vis a vis y es la persona que está detrás de los cómics, la ficción sonora Tiempo de valientes, la webserie Tiempo de confesiones y la experiencia en realidad virtual de El Ministerio del Tiempo. A lo largo de esta entrevista, realizada por videoconferencia poco antes del estreno de la cuarta temporada, repasamos su trayectoria profesional y las posibilidades que pueden ofrecer las nuevas narrativas audiovisuales.
¿Cómo acaba un licenciado en periodismo trabajando en televisión?
Creo que un poco por casualidad. Yo estudié Periodismo en Sevilla y me licencié en el 2011, fui de la promoción 2007-2011. Creo que al final la vida te va llevando por algunos caminos que tú no tenías pensado. Por ejemplo, en mi caso, me interesa mucho la documentación o leer un montón sobre historia a la hora de escribir. Eso es una base que aprendí del periodismo. Siguiendo con la casualidad, después de terminar la carrera me vine a Madrid, cursé un máster en periodismo multimedia y empecé a interesarme en narrativa digital y redes sociales en un momento en el que no estaban tan extendidas. Un profesor de RTVE, mi adorado David Varona, vino a dar clase un día y se interesó en mí. No pudieron contratarme en ese momento porque Televisión Española no podía cubrir la parte práctica obligatoria de mi máster. A los cinco meses después de acabar el máster, me volvieron a llamar y entré a trabajar. Allí fue donde descubrí realmente lo que me gustaba y empecé a trabajar con temas de ficción y poco a poco fui encaminándome a lo que me dedico ahora. Ahora lo veo con perspectiva y no me gustaría trabajar en una redacción. Encontrar una vocación es un tesoro.
Y terminas trabajando en series como Víctor Ros, Isabel, Vis a vis, El Ministerio del Tiempo o Si fueras tú.
Sí, en TVE estuve en el Departamento de Medios Interactivos y comencé a trabajar en proyectos como Alaska y Coronas, Alaska y Segura, Cachitos de hierro y cromo, en la última temporada de Isabel… Trabajé también en la primera temporada de Víctor Ros y fue donde conocí a Javier Olivares. Luego ya llegó la primera temporada de El Ministerio del Tiempo y lanzamos toda la parte digital y de redes desde RTVE.es con gente como Agustín Alonso, Paloma G. Quirós o Alberto Fernández. En aquella época estuve en algo curioso. Trabajé en la parte digital del París-Dakar y me acuerdo de que el público era muy de nicho. Hicimos un trabajo con el que de repente las visitas a la web se multiplicaron por setecientos, una bestialidad. También es verdad que eran unas jornadas en las que acababas de trabajar a las cuatro de la mañana. Fue una época importante en la que me dejaron experimentar un montón en cosas de ficción y no ficción.
¿Cómo nace ese interés por las narrativas transmedia?
Nace un poco por curiosidad. Cayeron en mis manos algunos libros y empecé a investigar. Me di cuenta de que me gustaban y tenía la suerte de trabajar en un sitio en el que me permitían poder hacerlas. Yo creo que todavía se tiene la idea de que la parte de narrativa transmedia es algo que se hace alrededor, que es como un envoltorio. A mí me gustan muchos los videojuegos, los cómics, los juegos de mesa y creo que al final las narrativas transmedia tienen que ver con la evolución que hemos sufrido como consumidores: hemos terminado consumiendo de esa manera porque los medios que tenemos actualmente nos hacen consumirlos así. Creo que al final se trata de una evolución lógica.
Ahora, desde The Mediapro Studio, tengo la oportunidad de estar donde disfruto, que es conociendo y aprendiendo de todo el proceso de la creación. Me siento muy afortunado de poder acceder a ese tipo de procesos y aprender de ellos, ya que si los conoces bien luego se nota cuando escribes. Si tienes en la cabeza todo lo que se necesita para dar vida a lo que estás pensando (producción, arte, dirección, etc.) te hace ser mucho más realista. Al final todo va un poco de la mano y se retroalimenta.
El espectador como un detective intentando encajar todas las piezas.
Te diría que un 60% de mí piensa en el usuario y un 40% de las veces pienso en cómo se cuentan las historias, en cómo funcionan. A mí me gusta pensar que mi trabajo es encontrar cuál es la forma más sencilla para el espectador, cómo es más fácil de consumir lo que quiero contar. En Si fueras tú diseñé junto a RTVE.es cómo funcionaban en concepto de las de elecciones que el espectador tenía que seguir para vivir la serie. Si fueras tú es un caso muy paradigmático porque por un lado estaba Javier [Olivares] y el equipo de guion que hacía la serie, y por otro lado estaba yo que era el que decía cómo funcionaba la serie a nivel de estructura digital. Tenía una gran carga en la estructuración de cómo se consumía la serie: estaba el capítulo, luego estaba la conexión con la protagonista, luego la elección y dos días después el cómo se hizo ese capítulo. En media hora una persona puede ver todo lo que hay sobre la serie y participar y, por tanto, es un producto que se adecua a la forma de vida que tienes: todos tenemos media hora a la semana. Se trataba de coordinarlo todo para que funcionase como un engranaje de cara a cómo lo consumía el público. El Ministerio del Tiempo es quizá un poco más complejo, porque tiene mucho de narrativa, de qué cosas hemos contado ya y cuáles no.
Has sido el encargado de escribir y producir la precuela.
Sí, de cara a esta nueva temporada tuve que refrescar la memoria. La precuela reúne muchas cosas de historias anteriores como la relación entre Ernesto y su hijo, que es de la temporada tres; Angustias y los líos con personajes históricos, que era de la temporada dos, el plano subjetivo inicial de la VR… Benito Pérez Galdós es un personaje que sale en el primer cómic y la misión que Pacino e Irene vienen de hacer en la precuela son de un cómic que no se pudo realizar. Al final consiste en unirlo todo y que encaje.
¿En qué momento surge la idea de seguir contando historias más allá de la televisión?
Ya desde la primera temporada en RTVE.es empezamos a ver que la serie tenía muchas oportunidades, pero la serie estaba rodada y no pudimos ir más allá. La evolución fuerte se produce en la segunda temporada, cuando todavía no se había empezado a rodar y yo pasé a la parte de la producción transmedia de la serie. Ahora era un trabajo desde el inicio entre RTVE.es y la producción, por lo que todo fue mucho más rodado. Hicimos una reunión para ver qué cosas se habían quedado en el tintero y viendo que Rodolfo estaría fuera de la serie unos cuantos capítulos, decidimos hacer los pódcasts. Sé que es una serie que sirve como modelo y que la gente la estudia, pero es simplemente jugar. ¿Lo podemos contar en audio?, pues venga, contémoslo en audio. En esta cuarta temporada se nos han quedado cosas en el tintero que a mí me gustaría hacer algún día. Ojalá podamos.
¿Qué referentes habéis buscado para construir este universo?
Nuestro primer gran referente fue Perdidos y luego ha habido de todo un poco, desde Águila Roja hasta elementos de la cultura pop. Lo que hicimos fue utilizar el pretexto de contar más sobre la serie para hacer homenajes a cosas que han estado siempre con nosotros. Por ejemplo, el pódcast de ficción del Ministerio no deja de ser un homenaje a la radionovela de toda la vida.
¿Cuántas personas se encargan de crearlo?
En este caso, hacemos mucha coordinación junto con TVE de las cosas que queremos hacer, pero al final lo ejecutamos dos o tres. Creemos que las ideas tienen que partir de una sola persona, siempre en contacto con Javier [Olivares]. Si todo el mundo opina es imposible tener claro qué hacer.
¿Puede llegar a ser abrumador tener que englobar a tantos tipos de audiencia a la hora de plantear la estrategia transmedia y el viaje del usuario?
No nos abruma porque las reglas las ponemos nosotros. Todo está ordenado. Por un lado, estoy yo, que me encargo de pensar cómo lo puede consumir el usuario de la manera más sencilla. Todo lo que rodea a la serie son niveles narrativos a los que los espectadores que quieran pueden acceder y les da un plus. Si yo como usuario no lo consumo, ¿cómo lo voy a crear? Tengo una teoría que explico a mis alumnos cuando doy clase. Es como cuando llegas a una habitación y hay cinco puertas y dices «¿Por dónde entro?». Pero, en cambio, si hay solo una puerta y después otra y luego otra, posiblemente llegues en línea recta hasta el final. Si tengo que entrar decidiendo, me lío y al final acabo por no entrar en ninguna. Es una opinión impopular porque no tiene nada que ver con lo que se suele vender a nivel de marketing, pero al final lo que está quedando del Ministerio es que sabemos hacer las cosas de una manera muy orgánica. ¿Que podemos sacar la precuela?, pues sacamos la precuela. Pero ya está. El público que consume eso suele ser tan inteligente que lo capta.
Al final, si lo simplificas, el espectador siempre te lo va a agradecer.
Y así tienes más impacto, aunque no vendas la gran campaña. Tampoco supone un esfuerzo brutal para el espectador. Ese es el equilibrio que nosotros buscamos: que sea de fácil acceso y poco invasivo. Forma parte de la experiencia, es un contrato que el espectador hace con el creador. ¿Qué sentido tiene que tenga que consumir un montón de cosas sobre una serie para entenderlo? La precuela creo que es un ejemplo perfecto: doce minutos que preparan al espectador para la temporada con un ritmo rápido. Creo que hay algo muy interesante y es que la gente se da cuenta del cariño con el que está hecha.
¿Deben esperar los espectadores nuevo contenido transmedia esta temporada?
A parte de la precuela, esta temporada no habrá más contenido adicional. Hubo muchísimas ideas sobre la mesa, pero coincidió con un momento extraño porque el gobierno todavía no estaba formado y los presupuestos no estaban hechos. Al final creo que con la precuela, la temporada y haciendo un buen trabajo en digital, es suficiente; no necesitamos esa lucha constante de superación, de hacer más cosas, al final resulta agotador. Creo que esta cuarta temporada es volver al origen de lo que fue en su momento. A la cercanía.
¿Habrá una quinta temporada?
No sé sabe todavía si habrá más o no, pero creo que al final esta cuarta temporada necesita que la gente se reactive, que vuelva a comentar y pasárselo bien, y a partir de ahí, volver a arrancarlo. Hemos estado casi tres años sin serie y hacer una gran campaña digital ahora mismo tal vez no tenga sentido, sobre todo por la gran cantidad de esfuerzo que requiere.
Los seguidores han permanecido ahí todo este tiempo a pesar de las idas y venidas que ha habido.
Yo creo que por ahora la cuarta es la mejor temporada. La primera es una genialidad y a lo mejor esta no llega a ese grado de sorpresa. Yo siempre digo que la cuarta temporada es como la vuelta al origen, volver a esta con la gente en redes sin hacer una gran campaña. Con eso ya es suficiente.