Pawel Pawlikowski demostró hace unos años con su película «Ida» que aún había esperanza para el cine de autor. Con todas las superproducciones que reparte Hollywood por el mundo, acaparadoras de la cartelera que enmudecen a los pequeños autores, cuyas películas —a veces hermosas y a veces despreciables— suelen perderse en el tiempo sin que nadie lo note. «Ida» rompió con la regla, se hizo con el público europeo y conquistó el continente norteamericano, un premio de la Academia lo …