El nuevo y emergente movimiento musical, por un lado, causaba recelo entre los músicos más clásicos, que no terminaban de comulgar con la supuesta anarquía que el nuevo estilo promulgaba; pero por otro, causaba revuelo entre el público al que, aquella música desenfadada y provocadora le hacía volar, igual no tanto con los pies como con la imaginación. Españolitos, al principio estaban las orquestas y los guateques, las fiestas con verbena y los salones de los casinos o de los …