El jueves 13 de octubre de 2016 la academia sueca se encargó de hacer pública la concesión del Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan. Una noticia audaz, controvertida e increíble, aunque no del todo inesperada: desde hacía varios años el rumor de que el bardo de Minnesota podía recibir el Nobel caldeaba las quinielas, alentaba la provocación y, precisamente, sustentaba la incredulidad de los puristas. Nada más conocerse la noticia comenzaron los pertinentes aullidos y las exquisitas blasfemias. La …